

7 días de Glow
Quise ponerme a prueba: ¿qué pasa si durante una semana soy constante con mi rutina de cuidado de la piel? Así nació el reto “7 días de Glow”. No se trata de hacer cambios extremos ni de gastar horas frente al espejo. Es más bien un compromiso conmigo misma, un acto de amor propio.
Día 1: Empezar con intención
Decidí que esta semana iba a ser diferente. Lavé mi rostro con un limpiador suave, apliqué el sérum iluminador de Dr. Glowly y terminé con mi crema hidratante. La sensación fue ligera, fresca, como un nuevo comienzo.
Día 2: La piel también descansa
Dormí mejor y eso se notó. La rutina de la mañana fue sencilla, pero me prometí no saltármela. Un minuto frente al espejo cambia el ánimo de todo el día.
Día 3: Constancia sobre perfección
No se trata de hacer las cosas perfectas, sino de no rendirse. Hoy me dio pereza, pero igual me apliqué mi sérum. Esos segundos son la diferencia entre seguir brillando o dejar que la piel se apague.
Día 4: Hidratación real
Noté mi piel más suave. El Glow Cream hizo su trabajo: no es solo hidratación, es un escudo contra el día a día. Me sorprendió lo mucho que cambia la textura en tan poco tiempo.
Día 5: Un momento para mí
Hoy convertí la rutina en un ritual. Puse música tranquila, respiré profundo y me dediqué a aplicar cada producto con calma. No fue solo skincare, fue autocuidado.
Día 6: El reflejo en el espejo
Ya no se trata solo de piel. Es la confianza que empieza a crecer cuando sabes que estás haciendo algo bueno por ti. El brillo que veo en el espejo no es maquillaje, es constancia.
Día 7: Glow es disciplina y amor propio
Una semana después, entendí que el verdadero glow no viene de un producto milagroso, sino de un compromiso diario. Los sérums, la crema, la constancia y la intención son lo que transforman.
Conclusión:
El reto de 7 días de Glow no termina aquí. Es el inicio de una forma distinta de cuidarme, más consciente, más mía. Y con Dr. Glowly como aliado, sé que este brillo va para largo.